Historias de Mirmo: Mirmo, el ladron de pechugas.

Estaba yo, en la cocina de mi madre, tomándome un respiro de tan afogada que estaba; pues hoy hacia un sol que caían los pájaros y me dio po...


Estaba yo, en la cocina de mi madre, tomándome un respiro de tan afogada que estaba; pues hoy hacia un sol que caían los pájaros y me dio por salir con abrigo de paño.
Llegue cargada de bolsas y subí los 4 pisos de sopetón… una tiene el cuerpo muy mal acostumbrado y pienso “yo, que vivo en un bajo y cuando voy a casa de mi madre, he de subir 4 pisos andando”.
Dejo las bolsas encima de la mesa, me quito el enorme abrigo, me doy la vuelva directa a beberme todo el agua que el grifo pueda darme asta quedar ranita, cuando me alerta un sonido conocido, “Miau”.
Apurada me doy la vuelta en vista de mis bolsas y descubro sorprendida que mi gato, hecha a correr con la prueba del delito en la boca, que lo discrimina, voy corriendo tras el, se esconde debajo de la cama, me meto como puedo, alzo la mano a cogerlo, me regatea como un buen jugador de futbol en sus tiempos mozos y me deja, planchada estirada, con pose Superman.
Empiezo a masguñar monosílabos poco respetuosos, mientras que mi estomago se queja de tan panzada de agua que me he bebido en 20 segundos.
Sigo mi persecución por toda la casa, mientras mi madre se ríe a carcajada limpia; pero tranquilos todos, que no me ayuda, se queda en su posición descojonándose.
Al fin, pillo al gato de nuevo en la cocina, arrinconado en una esquina, tragando sin masticar, uno de mis filetes de pollo crudos, recién comprados ¡¡¡ladrón de pechugas!!! Grite, pude quitarle la pechuga y a falta de dársela para que la termine, la tire, “ni pa ti, ni pa mi” le dije.
Me miró con su cara de chiste, asta creo que el también se ríe de mi y yo mientras tanto pienso: Ahora mañana, tengo una brocheta de pollo con salsa teriyaki menos…

-Masguñar: Murmurar a modo ovejuno, es un palabro propio, de toa la vida :D

Saludos:
Tamara Ferrero.

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