Este fin de semana a sido el 73 descenso internacional del sella y como no, hemos estado presente en tal multitudinaria fiesta popular, ya que el tiempo que hemos tenido este año, ha sido precioso y muy caluroso.
Nos hemos ido de viernes sobre las 5 y a las 6 menos cuarto estábamos allí, hemos acampado donde tenemos la costumbre, a lo alto de una ladera, esta algo apartado; pero a solo 5 minutos del centro, ideal para no estar entre el tumulto, aunque la verdad es que a lo largo del viernes, enseguida empezaron a venir coches y más tiendas, sirviéndonos para saludarnos y entablar alguna conversación corta.
Por que para ser sincera, sera una fiesta de Asturias; pero con todas las personas que he podido hablar, resultaron ser de fuera, de Salamanca, de Pamplona, de Bilbao...pero no he hablado con ningun asturiano curiosamente.
Después de montar la 2second quechua y los sacos, hemos merendado algunos de los 18 mini bocadillos pulguitas que previamente he hecho variados y los 20 mini donuts de glaseados diferentes...curiosa la idea también de que a esas horas, los ya poco lucidos de la fiesta, nos miraban con cara de deseo...bueno, mejor dicho, a los mini donuts y es que, sencillamente su pinta era tan deliciosa como su sabor:P No me enrollo más, hemos estado por todo el pueblo y sus alrrededores, hemos reido, hemos baildado, hemos ligado (como no, en este tipo de fiestas es casi impensable pensar en que alguien no te tirara los tejos y asta el cacharro....) hemos dormido poco, hemos visto confiterias de renombre con unos pasteles y chocolates divinos (zapatos de bodas, macarons, sets de bebes, coches, perros, frutas, sardinas ¡todo!do! De chocolate y muy real y asta los bombones Letizia, de cortesía inventados para nuestra princesa).
De sábado por la mañana hemos ido al puente a ver las piraguas, hemos visto los caballos de la guardia civil y hablado con ellos, y a eso de las 2 hemos ido a la preciosa playa asta la hora de nuestra marcha, las 7 de la tarde.
El año pasado no pudimos ir por que hacia muy mal tiempo; pero este año, estaba ansiosa por volver y es que, aparte de la fiesta, Ribadesella me parece un lugar divino donde perderse por sus largos caminos y el precioso final del río y playa, rodeados de montañas y el paraje natural de los picos ¿que más puedo pedir?.