Vacaciones en Ponferrada

Antes de caer enferma y de estar ingresada en el hospital, por una gastroenteritis aguda y una lumbocitalgía, hemos viajado hasta Ponferrada...

Antes de caer enferma y de estar ingresada en el hospital, por una gastroenteritis aguda y una lumbocitalgía, hemos viajado hasta Ponferrada a ver su ciudad y el castillo templario.
Han sido largas horas en coche con un temporal horrible, que sorpresivamente, no había en Ponferrada.
No pensé que su casco antiguo fuera tan precioso, toda su ciudad tiene ese aire de historia romana fácilmente reconocido en sus casas, sus murallas, sus iglesias….
La visita al castillo nos costo 6 euros por persona y realmente el castillo es enorme y verdaderamente precioso, muy bien cuidado, donde videos explicativos y salas de exposiciones se llenaban de trajes típicos, cartas, libros, dagas, monedas y escudos.
En el castillo pudimos subir a las torres más altas, donde veíamos toda la ciudad.
Para mi sorpresa, encontremos un pozo típico de suelo resguardado con una rejilla de metal, al verlo y acercarme, me vi inmersa en un flas mental, viendo como si fuera una película, un hombre encarcelado dentro, mientras veía el sol entre las rejillas y contaba sus días haciendo muescas en su pared.
Contar cada rincón de este castillo, es contar una visita que recomiendo que hagáis y descubráis por vosotros mismos, cada sorpresa, cada piedra, cada escalera, cada bebedero de agua y todo lo que allí os podéis encontrar.

Tras la visita al castillo ya anochecía, las afueras del castillo en la noche se peina de luces que lo enfocan, donde las plantas regaderas te llevan de nuevo a una película donde puedes ver a los luchadores, trepar por ellas para acceder a su interior.
Decidimos dar una vuelta por el casco antiguo de la ciudad, tras comprar unas postales –Mi hermana mayor las colecciona- nos dispusimos a rastrear sus calles en busca de una cafetería donde tomar algo y vimos entonces una bonita escultura a la entrada de unas murallas donde una placa decía un memento escrito que debías decirlo antes de entrar.
Estas murallas daban paso a la preciosa Basílica de la Encina, donde pudimos ver en su interior la Virgen de la Encina, rodeada de cantos acompañados de un órgano de tubos y altares de estilo renacentista barroco.

Fuera, en la plaza de el ayuntamiento, vimos que estaban haciendo un amaguestu –como lo llamamos aquí- y un mercado castañicultor, quise entrar para verlo en persona; pues precisamente nunca he visto en persona un mercado especial de la castaña.
Había expositores de tartas, magdalenas, postres hechos a base de castañas, otros enseñaban en público como hacer castañas glaseadas, aproveche a comprar en uno de los puestos, un pack de 3 mini confituras de melón y kiwi, de piña con cítricos y de tomate sin azúcar.
Vimos entonces un puesto donde daban papeletas por un euro, con dicha papeleta, podías ir afuera donde estaban haciendo las castañas a carbón con grandes bidones de metal y te daban un cono de papel repleto de castañas, un vasito o bien de vino de la zona o de refresco –Cola, naranja, limón o té- y podías comerlo al calor de las llamas.

Tras esto, nos fuimos a una cafetería muy de época donde la camarera pronto se quedó con nosotros a charlar, de cómo nos había parecido todo, de la ciudad, de los trabajos, de todo un poco, haciéndolos muy ameno nuestro tiempo en ella, nos brindo con un buen viaje y nos invitó a que volviéramos con más tiempo –muy amable ella-
Ya a la noche, nos pusimos rumbo a Avilés y al llegar a media noche, optemos por cenar en Parque Astur, ya que ambos estábamos agotados.

Sin duda, repetiré la experiencia y para la próxima, me gustaría visitar las montañas de las Médulas, que es patrimonio de la humanidad y el centro empresarial de la torre de la Rosaleda.

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1 comentarios

  1. La mitad de mi familia es del Bierzo y mi abuela vive en Ponferrada, así que he estado varias veces. El castillo es una verdadera maravilla y yo tb se lo recomiendo a cualquiera que quiera visitarlo ^^.

    Por cierto, te animo a conocer las Médulas (fui hace muchos años, pero me encantó) y el Palacio de Canedo, sede del viñedo de Prada a Tope, que está en un paraje precioso lleno de viñedos y está restaurado y muy bien decorado. Además, está cerca de Ponferrada tb!

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